A lo largo de una vida transcurren diversas clases de personas que van dejando marcas en nuestras vidas, creo que estas personas se podrían clasificar en tres tipos: Las que tienen un impacto negativo y causan amargura cuando su recuerdo viene a la mente, las que no tienen ninguna trascendencia y terminan siendo olvidadas y también están las que tienen un impacto positivo y son recordadas con alegría o nostalgia. Al ver esta clasificación no podemos dejar de preguntarnos ¿Qué hace que una persona deje una u otra marca en la vida de una persona?

Para ser del tipo intrascendente es fácil, no debes realizar nada especial solo debes hacer lo que tienes que hacer y lograrás ser irrelevante en la vida de alguien.

Pero si de personas que dejan marcas positivas o negativas se trata, tienes que saber que estos tipos de personas tienen algo en común, las dos tuvieron que hacer algo más de lo que requerían de ellas, una para el bien y la otra para el mal.

En la biblia encontramos muchos ejemplos de personas que se destacaron por algún aspecto negativo, solo basta mirar el libro de las Crónicas para darse cuenta que había reyes que salían del montón e iban más allá de su deber para llevar al pueblo a la idolatría y la perdición.

En las Sagradas Escrituras también podemos encontrar ejemplos de personas que hicieron más de lo que debían, pero para el bien, podemos ver por ejemplo, el relato de David que había sido enviado a llevarles provisiones a sus hermanos, pero al llegar se dio cuenta que nadie quería pelear contra Goliat y él tomó ese desafío y decidió enfrentar al gigante, nadie se lo había pedido y si solo hubiera cumplido con su deber de entregar el alimento, sin hacer nada más, nadie se lo hubiera reprochado porque él no era soldado era un simple pastor de ovejas. Pero el relato de David deja marca y llega hasta nosotros hoy porque hizo algo más de lo que debía.

Te invito a pensar si cuando eras pequeño recuerdas a alguien que haya dejado una marca positiva en ti, quizás fue alguien que te dio una palabra de aliento en un momento de tristeza o pudo ser alguien que confió en ti a pesar de que nadie más lo hacía. Ahora eres adulto y estás trabajando en un establecimiento educativo, por lo tanto, ahora tú puedes ser esa persona para otro jovencito, puedes ser ese profesor o asistente que hizo algo más que entregar conocimiento y dejará una marca indeleble en el corazón de un niño.

El señor Jesús refleja este llamado a hacer algo más con las siguientes palabras en Lucas 17:10: “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos”.

La invitación para esta semana es a ser siervos útiles para Dios, a poder servirle sin reservas y a dejar marcas positivas en la vida de los demás para que cuando Jesús regrese nos diga “Bien, buen siervo y fiel…”.

Moisés Parada
Pastor Institucional
Colegio Adventista de Concepción
Nivel Básico y Parvulario

Foto del avatar

Written by 

Encargado de Informática Colegio Adventista de Concepción

Artículos Relacionados