“Andad sabiamente con los de afuera, aprovechando bien el tiempo”
Colosenses 4:5
“Es que tengo tantas cosas que hacer, queno me queda tiempo para…” es unaexpresión típica de excusa cuando nossentimos culpables por no estar haciendolo que realmente es importante. Tomarmás agua, dormir la cantidad de horasapropiada, alimentarnos mejor, hacerejercicio regularmente, orar más, leer másla Palabra de Dios, ayudar al necesitado,gastar menos tiempo en las redes socialespara conectarte con los que tenemos anuestro lado, pasar más tiempo connuestros hijos, etc. esta lista podría seguir,de hecho, como ejercicio tú puedesagregar los que te esté afectando hoy. Sibien es cierto que todo lo que haces esnecesario y bueno, el Maestro Jesús nosinvita a “buscar primeramente el Reino deDios…” (Mateo 6:33) y el apóstol Pablo nosrecuerda acerca de la importancia deaprovechar bien el tiempo. En este sentidoy al hacer un análisis rápido del asunto ennuestras vidas podemos llegar a laconclusión que es fácil caer en la rutina desolo “cumplir con un contrato” sin unsentido de misión o propósitoevangelístico. Pero Dios nos ha permitidousar el tiempo en la Educación Adventista.Y este es un gran “pero”, uno bueno.Tenemos la oportunidad de que nuestrotrabajo tenga sentido y propósito. Hemossido puestos en un lugar de gran conflictoen donde la comunión con el Padre debeser tal que no debemos desperdiciartiempo con distracciones y disensiones, yaque las mentes y corazones que llegancada mañana y llenas las aulas y pasillosde nuestros colegios tienen que saber delamor de Dios. Y ¿cómo sabrán deJesucristo si no administramos sabiamenteel tiempo de tal manera de dar prioridad alo realmente importante?
“Satanás reúne todas sus fuerzas y lanzatodo su poder al combate. ¿Por qué él noencuentra mayor resistencia? ¿Por quéestán tan adormecidos e indiferentes lossoldados de Cristo? Porque no tienendemasiada comunión verdadera conCristo, porque están muy destituidos de suEspíritu.Porque para ellos el pecado no es tanrepulsivo y aborrecible como lo era parasu Maestro.” (El Conflicto de los Siglos,pág. 561) Roguemos al Padre para que elEspíritu Santo nos ayude en esta labor derestaurar Su imagen en el ser humano, yque comience conmigo pronto. QuieraDios que cada uno de nosotros diga comoel salmista “Enséñanos de tal modo acontar nuestros días, que traigamos alcorazón sabiduría”. Tienes algún conflictopersonal que resolver con un colega, tuesposo o esposa, perdona y no pierdasmás tiempo. Tienes que tomar unadecisión difícil, pero tienes miedo, descansa en Jesús y deja tus cargas a Él,no pierdas más tiempo en aflicción;sientes remordimiento y culpa por elpasado o por una oportunidaddesperdiciada, confía en el perdón y laprovidencia divina. Hoy y cada día es unanueva oportunidad para utilizarsabiamente el tiempo en tu familia, en tuiglesia y en tu trabajo. Dios te bendiga.
Marcos Huerta
Asesor Pedagógico
Fundación Educacional
Mario Veloso Oses